sábado, outubro 03, 2009
Blogar e desblogar
quarta-feira, agosto 19, 2009
Vírus da felicidade
quarta-feira, julho 15, 2009
Seja breve...
domingo, maio 17, 2009
E no mês das mães...
Conversación entre amigas
Nos juntamos para almorzar cuando mi amiga me comenta que ella y su pareja
están pensando en tener familia.
Estamos haciendo una encuesta, - me dice medio en broma. - ¿Crees que
deberíamos tener un bebé?
Te cambiará la vida, - le contesto intentando que mi voz suene neutral.
Sí, ya sé, - me dice, - ya no podremos dormir hasta tarde los fines de
semana, ya no tendremos vacaciones espontáneas...
Pero eso no era lo que yo pensaba. Miro a mi amiga intentando decidir qué
decirle. Quiero que ella sepa todo lo que no aprenderá en los cursos de
preparto, quiero que sepa que las marcas físicas que dejará el embarazo
sanarán, pero que convertirse en madre le dejará una marca emocional tan
profunda que la hará vulnerable para el resto de su vida.
Pienso en advertirle que nunca más leerá un periódico sin pensar "podría
haber sido MI hijo". Que cada vez que se entere de la caída de un avión, de
un incendio se sentirá perseguida. Que cuando vea fotos de niños
hambrientos, se preguntará si puede haber algo peor que ver a un hijo morir.
Miro sus uñas perfectamente arregladas y su ropa impecable y
pienso que sin importar lo sofisticada que sea, convertirse en madre la
reducirá al nivel tan primitivo de una osa protegiendo a su cría. Que una
llamada urgente: ¡Mamá!, la hará dejar caer un souffle o su mejor
cristalería sin pensarlo dos veces.
Siento que debería prevenirla que ya no importarán los años que haya
invertido en su carrera, que su profesión pasará a segundo plano por la
maternidad.
Que podrá arreglar para que su hijo esté bien cuidado mientras
trabaja, pero un día, entrando a una importante junta de negocios, creerá
oler el dulce aroma de su bebé, y que deberá utilizar cada milímetro de
autodisciplina para no salir corriendo a su casa, sólo para asegurarse que
su bebé está bien.
Quiero que mi amiga sepa que las decisiones de todos los días ya no serán
una rutina. Que el deseo de un niño de 5 años de entrar al baño de hombres
en Mc Donald's se convertirá en un dilema mayor. Que en ese momento, entre
el ruido a bandejas y los gritos de los niños, sopesará importantes
argumentos acerca de la limitación de la independencia de su pequeño y la
posibilidad de que un depravado se pueda esconder en ese baño al que ella no
podrá entrar. Que sin importar lo decidida que sea en la oficina,
cuestionará todas las decisiones que tome con respecto a su hijo.
Mirando a mi atractiva amiga, quiero asegurarle que aunque pierda los kilos
de más que le deje el embarazo, jamás se sentirá igual acerca de sí misma.
Que su vida, tan importante ahora, pasará a segundo plano cuando tenga a su
hijo. Que no dudaría en dar la vida por él sin meditarlo un instante, sin
embargo deseará vivir más años, no para cumplir sus propios sueños, sino
para ver a su hijo cumplir los suyos. Quiero explicarle que la cicatriz de
la cesárea y las estrías se convertirán en medallas de honor.
La relación de mi amiga con su marido cambiará, pero no de la manera que
ella cree. Quisiera que ella entendiera cuanto más se puede amar a un hombre
que se levanta por las noches a acunar a su hijo y que siempre está
dispuesto a jugar con él. Creo que debería saber que se enamorará de él otra
vez, por razones que ahora encontraría muy poco románticas.
Quisiera que mi amiga pudiera saber lo identificada que se va a sentir con
otras mujeres que a través de la historia han intentado detener una guerra,
los prejuicios o choferes alcoholizados. Quisiera que entendiera porque yo
puedo ser muy racional acerca de muchos temas, pero me vuelvo temporalmente
irracional cuando discuto el peligro que significa una guerra nuclear en el
futuro de mis hijos.
Quisiera describirle a mi amiga la exaltación de ver a su hijo aprender a
andar en bicicleta. Quisiera poder reproducirle esa risa contagiosa que
escapa del alma del bebé cuando toca la suave piel de un gato o un perro por
primera vez. Quisiera que saboreara esa felicidad al abrazarlo que es tan
real, que duele. La mirada intrigada de mi amiga me hace comprender que los
ojos se me han llenado de lágrimas.
Nunca te arrepentirás, - le digo al fin, tomándole la mano y ofrezco una
plegaria silenciosa por ella, y por mí, y por todas aquellas mujeres
meramente mortales que se enfrentan a los tropiezos de la maravillosa
experiencia llamada maternidad.
Autor desconhecido.
Publicado em espanhol como recebido da professora e amiga Valéria Dominato.
Gracias! Me gustó muchísimo!
terça-feira, abril 21, 2009
Merece um post
domingo, abril 05, 2009
Girando o caleidoscópio
terça-feira, março 10, 2009
Dieta Fácil
segunda-feira, março 02, 2009
Publicidade: um bem necessário
Blogs são espaços nos quais manifestamos sentimentos e opiniões sobre assuntos ora prosaicos, ora polêmicos. Neste post, vou logo avisando: caminho em terreno minado.
Tenho lido com alguma freqüência notas no Meio e Mensagem Online sobre os trabalhos de algumas organizações cuja principal bandeira é a defesa dos direitos das crianças e dos adolescentes no que diz respeito às relações de consumo. Em outras palavras, pregam ações contra tudo que possa levar os pequenos e os púberes ao consumo excessivo, ao dito consumismo. Notícia publicada esta semana no site diz que uma destas organizações, a Instituição ALANA, apresentou denúncia ao Ministério Público contra a Maurício de Souza Produções pedindo o fim da publicidade nas revistas em quadrinhos.
Em primeiríssimo lugar, respeito e creio serem necessárias e saudáveis iniciativas “fiscalizadoras” para evitar excessos, manter e incentivar o debate sobre estas e outras questões. Mas... Manifestações que pregam soluções sem consenso, sem meio termo, e em certa medida ignorando parte dos fatos, sempre me soam utópicas, descoladas da realidade. E, desde o me ponto de vista, tendem a ser ineficazes.
Sobre este assunto em particular e antes que as pedras sejam atiradas, parece sensato avaliar em que medida se participa e se depende desta sociedade que tem o consumo como uma de suas principais forças motrizes.
Fato é que grande parte da cultura que fruímos é patrocinada pela publicidade. No caso dos quadrinhos da Turma da Mônica - que tanto incentivamos nossos pequenos a lerem como um primeiro e prazeroso contato com o fascinante mundo da leitura... - certamente só preço de banca não “paga” o trabalho e os insumos empregados para colocá-los
Como publicitária, acredito que a publicidade tem sim poder de influenciar (não de determinar!) condutas de consumo. Nas aulas que leciono no curso de graduação em Publicidade e Propaganda da Unicep, procuro sempre trocar figurinhas com meus alunos, provocando-os a pensar sobre a importância de exercermos nossa profissão em suas várias frentes e facetas de forma ética e técnica, em resumo, de fazer a boa publicidade que informa, envolve e diverte, ignorando o rótulo de “malvados, cruéis e insensíveis” que muitas vezes recebemos.
Para concluir, a experiência tem mostrado que mais proveitoso e adequado sempre acaba sendo quando os anunciantes, os publicitários e as organizações que se prestam às críticas trabalham em conjunto, buscando um ponto de equilíbrio. No caso em questão e desde o meu ponto de vista, mais eficiente é educar para o consumo responsável, valorizar a boa publicidade, premiar veículos de comunicação que mantêm políticas comerciais atentas e restritivas a abusos de qualquer natureza. Em resumo, manter o diálogo. Pois, é conversando que a gente se entende!
segunda-feira, fevereiro 09, 2009
Mostre a língua para a crise
Quem atribui à crise seus fracassos e penúrias, violenta seu próprio talento e respeita mais aos problemas do que às soluções. A verdadeira crise, é a crise da incompetência. O inconveniente das pessoas e dos países é a esperança de encontrar as saídas e soluções fáceis. Sem crise não há desafios, sem desafios, a vida é uma rotina, uma lenta agonia. Sem crise não há mérito. É na crise que se aflora o melhor de cada um. Falar de crise é promovê-la, e calar-se sobre ela é exaltar o conformismo. Em vez disso, trabalhemos duro. Acabemos de uma vez com a única crise ameaçadora, que é a tragédia de não querer lutar para superá-la"
Albert Einstein